Friday, 03 de May de 2024


+ Enredos de Fox: ¿legalizar lo legal? + La marihuana no genera la violencia




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Con un abrazo a Pedro Sol y a la memoria de Xavier Sol la Lande Tardán

El debate sobre la legalización de las drogas tiene cinco elementos no reconocidos:

 

 

1.- El consumo de drogas en México es legal desde el 2009, de acuerdo con lo que señalan los artículos 473 al 482 de la Ley General de Salud. El artículo 479 establece la despenalización --es decir, el consumo legal sin pena legal-- de posesión de las siguientes cantidades para consumo personal: 2 gramos de opio, 50 miligramos de heroína, 5 gramos de marihuana, 500 miligramos de cocaína, 0.015 miligramos de LSD y 40 miligramos de metanfetaminas. Es decir, en México es legal consumir drogas. Estas cantidades legales han prohijado el mercado del narcomenudeo porque se puede consumir pero no hay vendedores legales.

 

 

2.- De acuerdo con el National Institute of Drug Abuse de los Estados Unidos, la marihuana causa efectos nocivos en los consumidores: “los usuarios de marihuana que consumen dosis altas de droga pueden experimentar una psicosis aguda, que incluye alucinaciones, delirio y una pérdida del sentido de la identidad personal o autorreconocimiento”. Por tanto, no se trata de un consumo “recreativo” por los daños que causa en el individuo. De hecho, los efectos colaterales de tipo social y político son los que desmovilizan la potencialidad de la protesta social del consumidor; es decir, la marihuana reduce la protesta social. El conformismo deriva de la adicción.

 

 

3.- De acuerdo con cifras de la encuesta nacional de adicciones de 2011 registró un aumento de 37.1% de consumo de cocaína y marihuana en México; otras indagaciones revelan que el consumo aumentó en los dos sexenios panistas, al pasar de 3.5 millones de consumidores en el 2002 a 4.8 millones en el 2008. La reforma del 2009 a la ley de salud para legalizar el consumo y la posesión en cantidades individuales potenció el aumento en el uso de drogas entre los mexicanos, lo que echa por tierra la hipótesis de los promotores de la legalización de que la permisividad no impulsaría el consumo.

 

 

4.- Los promotores de la legalización han olvidado un hecho: el consumo de marihuana y cocaína en menores de edad de 10 a 18 años. Las leyes establecen una prohibición de venta de licores y tabaco a esos menores y, en su caso, también se extendería la venta legal de marihuana. En este sentido, el suministro de droga a los menores se haría en el mercado negro controlado por cárteles y delincuentes. El 36.4% de pacientes de nuevo ingreso en los Centros de Integración Juvenil por consumo de drogas son menores de 10 a 19 años. El INEGI concluyó en junio del 2009 que la facilidad en el acceso a las drogas aumenta el consumo. De 2002 a 2011, el consumo de marihuana en menores de 12 a 17 años de edad subió de 0.5% a 1.43%, casi tres veces y la cifra sube a 3.2% de menores que consumen cualquier droga controlada. Al final, la legalización de las drogas que promueve Fox afectaría a menores de edad.

 

 

5.- De acuerdo con cifras oficiales, la violencia derivada del tráfico de drogas no tiene que ver con la marihuana sino con las drogas duras, desde la cocaína hasta las metanfetaminas. El verdadero negocio de los cárteles se localiza en la cocaína y la heroína y sobre todo las metanfetaminas. En los EU el mercado de consumo de marihuana asciende a 20 millones de personas.

 

 

La promoción de la legalización se basa en el criterio de la derrota aceptada por el Estado: como no se puede vencer a los cárteles, entonces hay que legalizar el consumo. El criterio podría extenderse a otros delitos: como no se pueden vencer la prostitución, la pederastia y las violaciones, entonces por qué no legalizarlas también. Así, la legalización de la droga sería el principio de la disolución del Estado.

 

 

 

 

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